La Semana Santa o “Semana mayor”, se conmemora con el propósito de rememorar la crucifixión y resurrección de Jesucristo, durante la misma se realizan diversas actividades religiosas y culturales relativas a la historia. La época se convierte en una tradición más allá del tema religioso, pasando también a tomar parte importante el aspecto gastronómico y, es el no consumo de carne – el cual guarda un significado religioso y los creyentes buscan otros sustitutos como los mariscos, pescados; vegetales para acompañar sus comidas.
Durante el asueto de reflexión y compartir familiar, predomina en la mesa, platos gastronómicos que, aunque se consumen durante otros meses del año, es durante la Semana Santa cuando se vuelven más frecuentes en la mesa de los dominicanos.
A esto se suma combinar platos típicos que se consumen durante todo un año, como lo es arroz blanco con bacalao, acompañado de gandules en su mayoría en salsa de “Coco”, moro de gandules con pescado frito o en algún tipo de salsa.
Las habichuelas con dulce, se caracterizan por ser un postre de preparación única y exclusiva de los dominicanos, su sabor inigualable va acompañado de batata, pasas y galletitas.
No se quedan las bolitas o buñuelos ni las croquetas; y, en años más recientes, producto de las influencias y el continuo enriquecimiento de la gastronomía dominicana, los ceviches y salpicones de mariscos también se vuelven tendencia durante la Semana Santa.
Tradición gastronómica segmentada
Cada provincia del país se esmera en poseer un menú sumamente amplio y delicioso, como es el caso de la región sur, caracterizada por un delicioso pescado en salsa de coco acompañado de moro, fritos de plátanos, arroz blanco con gandules; cazuela de marisco, cangrejo, lambí, chenchén y, por ejemplo en Cabral la Tilapia y biajaca.
Entre los postres a degustar, podemos mencionar las tradicionales habichuelas con dulce, el chacá las habas con dulce, los buñuelos de yuca, el arroz con leche, y la jalea de batata.
Las delicias de esta temporada de asueto son el reflejo de viejas tradiciones que se mantienen en el tiempo, como es el caso de la región Norte o Cibao quienes degustan a más de uno con moro de gandules, bacalao en diferentes preparaciones, guisado a la portuguesa , vegetales o pescado frito.
Mientras que en la zona este, en San Pedro, la Romana Sánchez, incluyen pescado con coco, el domplín bollitos de harina hervidos, acompañados de bacalao guisado o arenque; los yaniqueque rellenos de bacalao, gandules con coco y en Sabana de la Mar las sabrosas minutas.
Si de gastronomía sabrosa se trata, los dominicanos figuran entre los primeros, no tan solo por los ingredientes que dan el toque a los platos tradicionales, sino también por el amor y dedicación que impregnan en la elaboración de los mismos.