Sábado, 16 de octubre de 2021

Los CEED en este Día Mundial de la Alimentación

Cónsono con el significado e importancia del Día Mundial de la Alimentación, nuestro director general Edgar Augusto Féliz Méndez instruyó para que la conmemoración se haga sentir en toda la institución. Ordenó que cada Comedor haga algo especial para la ocasión.

Al oficiar la misa con que conmemoramos este gran día, el reverendo padre Gregorio Alegría, de la iglesia San Vicente de Paúl, resaltaba la íntima relación e importancia de los Comedores Económicos del Estado Dominicano (CEED) para satisfacer esa necesidad intrínseca y vital que es la alimentación.

Con esa sabiduría e ingenio que les son tan propias, el padre Alegría señalaba que «Dios y el Espíritu Santo habitan siempre especialmente entre los calderos», al tiempo de elogiar el esfuerzo de la presente administración del doctor Féliz Méndez por llevar los alimentos especialmente a los que más lo necesitan.

De más está señalar la trascendencia con que el presidente Luis Abinader y su Gobierno confieren a la alimentación de los dominicanos, algo que podemos palpar en su aliento y ponderación a favor de nuestra institución, cara visible de su política alimentaria en cada uno de sus constantes contactos con la población.

Para orientación de nuestros esforzados servidores y relacionados, quiero concluir

ponderando el significado de este gran Día Mundial de la Alimentación, como resultado de la iniciativa y resolución de 147 países, incluyendo la Republica Dominicana, representados en la reunión anual de 1979 de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

No vayan a creer que la iniciativa era sólo el mero bautizo de un día con un nombre. No, su objetivo nodal era mucho más profundo y trascendente: impulsar acciones solidarias y mancomunadas para afrontar en el mundo el flagelo del hambre y la desnutrición por efecto de la pobreza.

Se buscaba esencialmente una conciencia colectiva a nivel global sobre este lacerante flagelo así como fortalecer la solidaridad en la lucha contra el hambre y la desnutrición tan lacerante entre naciones empobrecidas y vulnerables.

A mi humilde entender, falta mucho trecho que andar, para aproximarnos a este importante objetivo, pero la conmemoración de este día debe prender sobre la conciencia de cada hombre dondequiera que habite la necesidad de multiplicar la producción de alimentos y así reducir en el mayor grado posible la desnutrición y el hambre entre los hombres.

Creo, en conclusión, que estaremos más cerca de la dignidad y humanización del mundo en la medida en que nuestras naciones desplieguen los esfuerzos necesarios para alcanzar esta meta.

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